Las detenciones y represalias de los participantes de los eventos, empezaron ya, la tarde del 28 de junio de 1956. Arrestos y detenciones masivas, según los datos de los Cuerpos de Seguridad, hasta el día 8 de agosto la cifra aumentó a 746 personas. Los detenidos fueron generalmente trasladados al "punto de filtración" situado en el campamento, cerca del aeropuerto de Lawica. La gente arrestada en las calles y en sus casas fue sometida ahí a malos tratos. Desde este "punto de filtración" los detenidos fueron llevados a las cárceles de Poznań o de otras ciudades de la región. Después de interrogatorios preliminares la mitad de las personas fue puesta en libertad, las personas restantes fueron detenidas o arrestadas bajo varias acusaciones. Los obreros constituían una mayoría decisiva (el 80%) de los detenidos. El objetivo principal de la investigación de los eventos de Poznań no estribaba en averiguar ¿cómo sucedieron, quiénes participaron ni cuál fue la escala de los delitos cometidos? sino que, sobre todo, en probar la tesis adoptada por el gobierno comunista: los eventos de junio fueron una provocación urdida y organizada por los servicios secretos de Estados Unidos y de la Europa del Oeste y por movimientos clandestinos reaccionarios; la sublevación contra el gobierno popular fue planeada y dirigida.
Las personas detenidas y arrestadas fueron tratadas de varias maneras. Muy a menudo ocurrían casos de insultos, golpes, maltratos o torturas. Algunos de los acusados resultaron tan damnificados en la investigación que los fiscales tuvieron que ponerlos en libertad o calificarlos para juicios previstos en fechas posteriores y así evitar que se mostrasen en el juzgado.
La investigación de los eventos se concentró en el asunto de provocación, dirección de las huelgas y manifestaciones, el mando de las luchas contra las tropas y los funcionarios de los Cuerpos de Seguridad. Sin embargo, la investigación no comprobó ninguna provocación imperialista ni provocación llevada a cabo por movimientos clandestinos anticomunistas, tampoco se comprobó el carácter organizado y planeado de antemano de tales acontecimientos.
Con conclusiones semejantes acabaron las averiguaciones sobre el tercer asunto investigado - no hubo ningunas señales de cualquier relación entre los inspiradores y los organizadores de la construcción de las barricadas, ni de los incendios ni de las tomas de los puestos de tiro. De todas las fijaciones de la investigación resultaba que los eventos fueron espontáneos e impulsivos y que la sublevación tenía el apoyo general de los ciudadanos.